miércoles, 11 de julio de 2012

Aunque usted no lo crea, Señor Presidente



Creo que la situación de inseguridad y violencia que azota actualmente el sur del país, debe ser un llamado para que usted, respetable Dr Juan Manuel Santos, tenga la entereza suficiente de ejecutar un plan de choque, un verdadero apersonamiento del conflicto por el que estamos pasando los civiles, sin importar en qué región del país nos encontremos.
Valoramos su buena intención de reestablecer relaciones que a corto, mediano y largo plazo, pueden traer beneficios comerciales y diplomáticos, pero no nos digamos mentiras, y por si no sabe, yo se lo quiero aclarar: No se puede intentar salvar el mundo cuando se tiene la casa en desorden.
Y cuando hablo de desorden, también le quiero comentar que sus hipótesis son erradas. Porque los colombianos no estamos mal de percepción. Nuestra realidad va más allá de eso. Es palpable, no nos están contando la historia de una película de horror, crimen y guerra. Los secuestrados existen. Las cifras no son inventadas. Los desplazados lo perdieron todo y se encuentran sin una reubicación, sin un apoyo estatal, sin un programa de atención a víctimas.
El desempleo... Creo que sobre ese tema se viene gestando el chiste más grande de la historia. No ha disminuido. Las cifras, son solo eso. No hay una realidad. En el servicio público uno se da cuenta por los comentarios que la situación sigue en las mismas. Más empresas con recorte de personal. Exigiendo experiencia de más de 2 años a profesionales recién egresados. Semáforos atestados de niños, adultos, ancianos y hasta mujeres embarazadas, vendiendo dulces, llaveros, lapiceros, para por lo menos no acostarse con el estómago vacío. No podemos evitar las torrenciales lluvias, puesto que debemos ser consientes de los daños que como seres humanos le hemos causado a la naturaleza y que por ende, nos está pasando cuenta de cobro. Pero con las lluvias, también llega otra REALIDAD... No percepción señor presidente. Casas inundadas, electrodomésticos averiados. Enfermedades que se hacen presentes por las aguas, en ocasiones contaminadas de ríos y caños, que llegan a donde muchas, pero muchas familias, que si bien están alojados en zonas de alto riesgo, tampoco se les ha reubicado o dado soluciones permanentes antes su condición. Ah! Recuerdo que se ofrecieron 10.000 casas gratuitas para este tipo de población, pero ¿No sabía que más de la mitad del pueblo colombiano se percató que es una estrategia para campaña electoral o de reelección?
De buenas intenciones, llevamos manchando el suelo de este país latinoamericano hace más de 200 años. Y mire por donde vamos. Matándonos unos a otros. Y esto tampoco posee una lógica social. Se supone que estamos en la lucha contra el terrorismo, pero ¿Es necesario pisotear los derechos humanos, para determinar un 'ganador' de esta guerra? Colombia, es un país. Con problemas, como todos. Los ciudadanos de a pie, somos los que más sufrimos todo este rigor, vivimos en medio del fuego cruzado, de los secuestros, de los petardos a media noche, las bombas a plena luz del día. Los muertos de un bando y de otros, no son un trofeo para exhibir y vanaglorearse. Pero de igual manera, quisiera preguntarle ¿A cuántos muertos estamos de la paz?
Sabe que en algo tuvo razón usted? Creo que esos 9 millones de votos, si fueron percepción. Porque más de 40 millones de colombianos estamos terriblemente indignados por su mala, perdón, PÉSIMA gestión como presidente. De los que me han tocado a mi desde que nací. Y eso hace ya, 2 décadas. 
Los indígenas de Toribío se rehusaron a hablar con usted, por sus condiciones. Es que un mandatario no es el que manda, sino quien representa intereses de esa comunidad que sin importar si votó por usted o no, en los comicios de mayo de 2010. 
¿Porqué el afán suyo y de su gobierno de imponer todo (Ley Lleras, Reforma a la Justicia, Marco para la Paz, Reelección, etc) a una república DEMOCRÁTICA y no dar participación, voz y voto a sus ciudadanos?
Nos cansamos! Nuestra primera herramienta de protesta, han sido los teclados. Los del Estado, las balas y las armas. Las de los grupos terroristas, la sangre, el flagelo y el terror. Nosotros estamos en desventaja, sin embargo queremos hacer reinar la premisa de que "La unión hace la fuerza". Nos cansamos de que usted, nos quiera vender la idea que en Colombia, vamos de maravilla, que todo es un holocausto imaginario y que sólo es cuestión de percepción. No lo es, nunca lo ha sido. Y tanto esta absurda guerra, como el despertar nuestro como nación soberana e independiente, apenas empieza. 
Y conocerá que el de la percepción, idea, ideales, mandato y representatividad errónea, era usted. Si, aunque usted no lo crea, señor Presidente.