EL CARRUSEL DE LA RESIGNACIÓN

Si bien el Dr. Andrés Pastrana Arango hace 9 años entregó el cargo de presidente de la República de Colombia, el eco estridente de su gobierno se vuelve a hacer presente en este territorio de esmeraldas, café, caña de azúcar, pero también bombas, secuestros, corrupción y politiquería.
Durante ocho años se pudo respirar un poco mas de tranquilidad y pese a no compartir la ideología de mas de medio país, sobre la opinión de ALvaro Uribe Velez fue el presidente perfecto, el mejor presidente y que hizo mucho por la nación. Reconozco que logro que volviéramos a las fincas, a pasear en vacaciones y puentes festivos con familiares y amigos, que nos desplazáramos a otras ciudades de Colombia por vía terrestre, pero no por ello se debe llegar a la idolatría o ponerlo en el pedestal más alto.
Como en muchos gobiernos se destaparon "ollas podridas" y así se cae la equívoca (e irrisoria para mi) idea de la perfección de un gobierno marcado por "parapolítica", AIS, alguna que otra pilatuna de los niños Tomasito y Jerónimo. Ups lo olvidaba, el gobierno de la seguridad democrática que puso de moda la frase: FALSOS POSITIVOS.
Respecto a aquella frase: "Hizo mucho por el país" yo me indigno y digo: Por favor pueblo colombiano, DIGNIDAD! Primero: El señor en cuestión no nos hizo ningún favor, desde el momento de su aspiración sabia en la "vaca loca" que se metía y además esa es la labor de todo presidente. Cientos de colombianos al votar a su favor de su propuesta de gobierno le dieron la orden de redireccionar el rumbo de este país , que hace rato se había perdido.
Y que seguramente se seguirá perdiendo, mientras los carruseles de la contratación sean los protagonistas de esta historia que empezó a escribirse hace 200 años  y que al acostumbrarnos a vivir en un suelo conflictivo, donde la maldad ha sido más fuerte que el deseo de superación y nos conformamos con leer noticias en los diarios que son la radiografía de el país del Sagrado Corazón, donde sabemos que cualquier cosa puede pasar.
Y finalmente los millones de colombianos que sufragaron por Juan Manuel Santos para presidente de la República, salió tumbado.
Los damnificados por el crudo invierno viven en condiciones infrahumanas sin un techo y sin una cama. Al borde de la desnutrición, porque los entes encargados prefieren botar los alimentos no perecederos que con tan buena voluntad donamos usted y yo, que entregarlas oportunamente. Escándalos de corrupción e ineptitud por parte de nuestros mandatarios y mientras tanto usted y yo qué?
Nos quedamos en casa, sentados frente a la televisión, viendo horrorizados con las noticias diarias, esperando que a la puerta de nuestra casa llegue, el carrusel de la resignación.